Blog My Natural Baby Box
Yo desde luego lo intento a toda costa, pero sé que cuando las de mi quinta éramos pequeñas, no había tanta información como hay ahora, y se cometían errores de los gordos que en el futuro bien han podido contribuir a que muchas personas desarrollasen melanoma o cáncer de piel.
Y llámame loca, pero me aterra pensar que pudiera cometer con mis hijas esos errores que nuestros padres, por desconocimiento, cometían cuando nos dejaban pasar horas y horas en la playa, fuera de la sombrilla y sin renovar la protección solar lo suficiente. Ya no hablemos del tipo de protector solar, que esa es otra…
No se trata de que no saquemos a nuestros peques de casa. Los niños tienen que salir, jugar al aire libre, disfrutar en la playa y la piscina… pero nuestro papel como padres es fundamental para que esa diversión no se transforme años después en problemas serios de salud. Y es que uno de los factores que te condicionan para poder desarrollar un melanoma o cáncer de piel cuando eres adulto, es si has sufrido quemaduras solares en tu infancia.
De hecho, ¿sabías que si te quemas por exposición solar durante tu niñez en dos o más ocasiones en la misma zona de tu cuerpo, tienes más posibilidades de enfermar de cáncer de piel en el futuro? Es así de duro, así de claro, pero a veces no queremos entenderlo o preferimos mirar para otro lado.
Y es que es cierto eso que dicen de que “la piel tiene memoria” y hay factores que te condicionan y te dan más papeletas para un día, de mayor, desarrollar un melanoma o cáncer de piel. Uno de esos factores es precisamente la memoria de la piel, y aquí aprovecho para contarte algo. Cuando era niña sufrí quemaduras de segundo grado por una exposición solar prolongada, que me tuvieron con ampollas enormes en espalda y brazos, 15 días con fiebre y sin comer, que me dejaron echa polvo.
Es posible que por eso esté tan concienciada con este tema, pero tengo claro que lo peor no fue lo mal que lo pasé, sino que sé que mi piel lo tiene bien presente. Y también sé que siendo como soy, piel clara, lunares, antecedentes de quemaduras solares… tengo más posibilidades que otras personas de un día desarrollar un melanoma o cáncer de piel.
Hoy soy madre, y llámame loca pero me aterra pensar que pueda cometer esos errores con mis hijas y que una quemadura solar de hoy pueda convertirse el día de mañana en un melanoma o cáncer de piel. Por eso, quiero hablarte de los factores que te hacen más vulnerable a sufrir esta enfermedad, y también sobre qué podemos hacer para que la diversión en la playa o la piscina no esté reñida con una protección adecuada de la piel de nuestros niños.
¿Quién tiene un mayor riesgo de sufrir un melanoma o cáncer de piel?
- Quienes se expongan a la luz solar directa un tiempo excesivo sin protección solar.
- Las personas que durante su infancia han sufrido quemaduras solares, en más de dos ocasiones sobre la misma zona de piel.
- Antecedentes de melanomas en la familia.
- Pieles claras, pelirrojos y cabellos claros.
- Quienes tengan muchas pecas y lunares comunes en su cuerpo, o los llamados lunares displásicos benignos, que pueden parecerse a un melanoma pero no lo son.
Si quieres consultar sobre las exploraciones que debemos hacernos y los tipos de lunares que pueden ser sospechosos, te aconsejo que visites la web de la Skin Cancer Foundation, donde encontrarás información muy completa sobre este asunto.
Cómo puedes proteger a tu hijo de sufrir un futuro cáncer de piel
El cáncer de piel en niños no es muy habitual, pero sí que lo es pagar las consecuencias cuando son adultos de unos cuidados inadecuados durante la infancia. El 86% de los melanomas y el 90% de los cánceres de piel no melanoma se deben a la radiación ultravioleta (UV) del sol. Y como nos recuerda la Skin Cancer Foundation, el cáncer de piel está asociado a un estilo de vida, así que está en nuestras manos evitar que nuestros pequeños puedan desarrollar en un futuro este tipo de enfermedad.
Sabiendo eso, ¿qué podemos hacer para protegerles hoy y evitar que nuestros hijos puedan enfermar en un futuro?
- Nunca expongas a la luz solar a tu bebé de menos de 6 meses. Su cuerpo aún no está preparado! Le falta melanina y su piel es demasiado fina y delicada.
- Protege a tu bebé con prendas de algodón que transpiren y le tapen en lo posible para crear una barrera física frente al sol.
- Evita SIEMPRE las horas centrales del día para exponer a tu peque a la luz solar directa.
- Utiliza protectores solares bio adecuados para su piel, con filtro físico sin nanopartículas, y a poder ser sin perfume y sin alérgenos. Tienes un ejemplo en la gama de Alphanova Bebé que tenemos sen nuestra web, y no es casualidad. Yo misma la utilizo con mis hijas y es una forma de proteger a tu peque no sólo de los efectos dañinos de los rayos UV sino también de los peligrosos filtros químicos presentes en los solares convencionales. Si quieres saber más sobre este tema, te dejo el enlace a nuestro post: Top 4 de los mejores protectores solares bio para tu bebé, y también: Cómo escoger el mejor protector solar para bebés y embarazadas.
- Una piscina de plástico sobre la arena puede ser muy divertida para los peques, pero vigila que esté siempre bajo una buena sombra… No sólo para evitar quemaduras solares, sino también insolaciones. Hay sombrillas especiales que vienen preparadas con protección anti UV que te ayudarán a proteger mejor a tu bebé.
Creo que está en nuestra mano educar a nuestros peques en la importancia de protegerse adecuadamente del sol. ¡Somos el espejo en el que se miran! Y si tú te cuidas y le enseñas lo que está bien y lo que no, ellos aprenderán a protegerse también y serán adultos concienciados y con una piel sana. ¿No te parece?
¡Espero que te haya gustado el post de hoy! Si es así, te agradecería que lo compartieras en tus redes sociales con otras mamás y papás.
¡Nos vemos muy pronto!
María.
