Terror es poco… ¡Lo sé! A mí también me pasa. Cuando nos convertimos en madres, algo cambia dentro de nuestra cabecita. Desde que nació mi hija mayor, hay una vocecita interior que nunca me acaba de dejar tranquila: “Oye… ¡mucho ojo con eso!”.
Y la consecuencia, creo que para todas las mamás, es que tras la señal de alarma, evaluamos rápidamente con la mirada cualquier objeto que pueda llegar a manos de nuestro bebé, por si acaso.
Está claro que el objetivo número 1 de cualquier mamá o papá es proteger a nuestros peques y evitarles cualquier tipo de daño. Eso incluye pasar de objetos cortantes, piezas demasiado pequeñas que se puedan llevar a la boca, productos que puedan romperse con facilidad…
Pero, ¿qué pasa con aquello que nuestros ojos no pueden ver a simple vista? Te hablo de las sustancias tóxicas que pueden formar parte de la fabricación de juguetes de plástico, mordedores, patitos de goma…
¿Te habías parado a pensar en ello? A mí me preocupa desde hace tiempo, y cada vez que veo los típicos patitos de goma en las zonas de puericultura de súper o hipermercados, o incluso en las tiendas de productos chinos, me pregunto qué sustancias podrán tener escondidas.
Hoy quiero hablarte de algunas de esas sustancias, muy peligrosas y que pueden estar presentes, por ejemplo, en los juguetes del baño de tus hijos. Da miedo.
SUSTANCIAS TÓXICAS EN LOS JUGUETES INFANTILES
Algunas de las más comunes y preocupantes son el famoso Bisfenol A, los dañinos Ftalatos, y el plomo (aunque también podríamos hablar de cadmio en las pinturas, formaldehido en las pegatinas…). La Unión Europea prohibió el uso de Bisfenol A en el año 2011 en biberones de plástico, puesto que se conocían ya sus efectos como disruptor endocrino en nuestra salud: cáncer hormonal como el de mama o próstata, infertilidad, problemas de desarrollo neurológico para el feto, obesidad…
Hoy en día, si vas a comprar un bibe de plástico, o incluso un chupete, un vasito de aprendizaje… lo normal es que encuentres el símbolo de BPA FREE. Pero sé más exigente y ve más allá, porque no sólo hablamos de Bisfenol A.
Los Ftalatos, que están presentes en cantidad de productos de consumo diario tanto de adultos como de niños, se consideran muy peligrosos en especial por sus efectos como alteradores hormonales o disruptores endocrinos. Sólo tienes que leer la larga lista de problemas de salud y enfermedades con las que se relaciona a estas sustancias: cáncer de mama, criptorquidia (descenso incompleto de uno o ambos testículos), alteraciones del comportamiento, endometriosis, partos prematuros, diabetes, trastorno de déficit de atención e hiperactividad…
Se crearon para dar flexibilidad a los plásticos y sólo en Europa, se utilizan cada año cantidades alarmantes de Ftalatos para la fabricación de todo tipo de productos. Los juguetes de plástico blanditos y flexibles, como los patitos de goma de los que hablábamos antes, pueden contener estas sustancias. También tu laca de uñas, tu perfume favorito (cosméticos en general), pegamentos, botellas de plástico o cualquier cosa hecha de PVC, entre muchos otros productos.
Y aunque cada vez hay más concienciación sobre este asunto y ya pueden encontrarse productos de puericultura o cosméticos que te cuentan en su embalaje que son Phathalate Free o Libre de Ftalatos, es muy importante prestar atención y buscar la información que el producto que vamos a comprar nos está dando en su etiqueta.
Especialmente, si se trata de un juguete o producto cualquiera de goma o plástico que ha sido fabricado en China, harás bien en desconfiar. Hace unos años, Asia Inspection (que realiza labores de control de calidad en los productos listos para exportar), eligió al azar 35 juguetes fabricados en China para su análisis. En el 25% de ellos encontró ftalatos a concentraciones altísimas. Estos juguetes estaban listos para enviarse a Europa y EEUU.
Esa concentración no cumplía con la normativa europea y norteamericana, pero aún hay más. Uno de los juguetes analizados (un botiquín de primeros auxilios) contenía niveles de ftatalos 130 veces superiores al límite permitido. Se trataba de DEHP, un ftalato conocido y regulado, relacionado con problemas de fertilidad entre muchos otros trastornos para nuestra salud.
Si hablamos del plomo, se sabe que puede encontrarse en la pintura de cantidad de juguetes (y también de nuestras casas, especialmente si son antiguas). Y como siempre, nuestros pequeños son los más expuestos a este tipo de intoxicaciones, porque aún están en pleno desarrollo y además tienden a llevarse todo a la boca.
Entre sus efectos, están el retraso mental, problemas de desarrollo en la pubertad, lesiones en el sistema nervioso, sordera, cefaleas…
Hace unos años, la compañía Mattel tuvo que retirar miles de juguetes porque se detectaron niveles de plomo inaceptables en la pintura de productos como coches de la película Cars, barbies o los Polly Pocket. Todos estos juguetes habían sido fabricados en China. Pero te digo algo. El plomo no debería formar parte de la pintura de los juguetes a ningún nivel de concentración. Y lo cierto es que los productos que proceden de este país asiático siempre son más cuestionados (aunque no por ello evitados).
¿Y qué pasa con los juguetitos que hay en las máquinas de los bares o parques de bolas? Hace poco, en un cumpleaños infantil, a mi hija le sacaron una bola de estas máquinas. El premio que le tocó fue un juguete que vomitaba, fabricado en China.
Más allá de lo que puedas pensar sobre lo asqueroso del tema, lo cierto es que el supuesto “vómito” era una sustancia líquida coloreada, que estaba guardada dentro de una bolsita de plástico. Consistía en introducir ese líquido en un muñeco también de plástico, que lo expulsaba. ¿Qué contenía esa bolsita? Vete tú a saber… pero me habría encantado averigüarlo.
CÓMO PODEMOS PROTEGER A NUESTROS HIJOS
No podemos meter a nuestros hijos en una burbuja para aislarles de todo mal. Pero sí podemos tomar ciertas precauciones para protegerles. Al fin y al cabo, si las mamás y papás no lo hacemos por nuestros pequeños, ¿quién lo hará?
Te voy a dejar un listado de consejos para evitar la intoxicación de nuestros pequeños por este tipo de sustancias. Ecologistas en acción da una serie de pautas muy interesantes, que también te incluyo aquí. Toma nota.
- Elige juguetes fabricados con materiales naturales: caucho natural, algodón orgánico, lana, madera (sin pintar ni barnizar)…
- Desgraciadamente y como hemos visto, que el juguete de tu hijo sea de una gran marca, no garantiza su seguridad. Fíjate bien en las etiquetas siempre, y más aún si el juguete en cuestión ha sido fabricado en China.
- No compres a tu pequeño juguetes con olores o fragancias, ni que contengan líquidos extraños.
- Evita los “patitos de goma”, juguetes de goma, mordedores y similares que no te den información sobre el material del que están fabricados.
- Huye del PVC y elige juguetes marcados como PVC-FREE o BPA-FREE, Öko-Tex-100, certificado GS, certificados ecológicos…
- Lava los juguetes de tela antes de usar.
- Evita pinturas brillantes y en general, mejor utilizar juguetes tintados con pigmentos naturales.
- Mucho cuidado con los juguetes de joyas infantiles. Mejor evitarlos.
¿DE QUÉ MARCAS PUEDO FIARME?
Pues verás, en mi opinión no se trata tanto del nombre de la marca (ya hemos visto que Mattel por ejemplo no pudo garantizar la seguridad de los niños en algunos de sus juguetes) como de la forma de trabajar de esa marca. Los bebés y niños son los más débiles en cuanto a la exposición a este tipo de sustancias, y creo que es nuestra obligación buscar aquellos productos que nos ofrezcan mayores garantías.
¡Hay varias marcas que trabajan bien en este sentido! Por ejemplo, una que me encanta para los bebés y por eso la tenemos en la web, es la firma de puericultura ecológica danesa Hevea Planet. Y me gusta tanto porque todos sus mordedores, chupetes y juguetes blanditos están elaborados con caucho 100% natural y están de verdad libres de tóxicos (sin PVC, ftalatos, BPA, colorantes sintéticos). Los que no tienen el color natural del caucho (el marroncito), están pintados a mano con pigmentos naturales, y te cuento algo más.
¿Recuerdas la polémica con el mordedor de Sophie la jirafa? No se si sabes que hubo fotos circulando por las redes sociales con una Sophie abierta por la mitad, que por dentro estaba llena de moho. Esto ocurre por algo muy sencillo. Sophie tiene un pequeño agujero, como la inmensa mayoría de juguetes blanditos de goma o caucho. Por ahí se cuela el agua, y al final llegan las bacterias y aparece el moho. ¡Mala idea sumergir en agua este tipo de juguetes!
Y es otro de los motivos por los que me encanta Hevea. Fabrica sus productos en una sola pieza, sin agujeros. Son muy higiénicos porque la suciedad y las bacterias no se acumulan en las juntas ni se almacenan en el interior del juguete. Además, fabrican en condiciones de comercio justo en Malasia, y tienen muy en cuenta no sólo el bienestar de nuestros peques, sino también del planeta.
“Esta es nuestra esperanza en Hevea, que nuestros productos y nuestro trabajo dejen una huella de la que podamos sentirnos orgullosos”. Y si, realmente lo consiguen.
¿No te parecen preciosos? Son muy chulos, y además han recibido numerosos premios internacionales.
Por ejemplo, Mejor mordedor del año y Mejor producto ético para bebés para su Mordedor Panda, o Mejor juguete estimulante para bebés de 0-1 años para nuestra querida Pelota mordedor Starball.
Y si te gustan los “patitos de goma” para tu bebé y quieres estar segura de que son de verdad 100% naturales y seguros, echa un vistazo a los Patitos Kawan de Hevea, porque son preciosos y a la vez están totalmente libres de tóxicos. Está la versión Mini y otra un poco mayor. Y me parecen una alternativa maravillosa a los juguetes de baño que hay por ahí pululando, y que no sabes muy bien lo que pueden llevar.
Y mira, sea esta marca o cualquier otra que te de confianza, cuando hablamos de bebés lo más importante es que te sientas tranquila al mirar a tu peque mientras mordisquea un juguete blandito, un mordedor o se entretiene con su chupete durante horas.
A pesar de toda la porquería que hay por ahí, me consuela saber que hay marcas como Hevea que se preocupan de hacer las cosas bien desde el principio y trabajan para que como madre, pueda respirar aliviada. ¡Y eso no tiene precio! ¿No crees?
Si quieres saber más sobre los productos saludables de Hevea para tu bebé, puedes encontrarlos en nuestra web haciendo clic aquí.
¡Nos vemos en el próximo post!
María.
